Mitos y verdades sobre la soja

La soja es uno de esos alimentos de gran popularidad que colecciona seguidores y detractores, en la misma cantidad. Mientras algunas personas presentan docenas de beneficios soja otras se encargan de dejar claro que tales beneficios soja no lo son tanto. Lo verdaderamente cierto al respecto de esta legumbre es que su producción y comercialización pasó de ser casi inexistente en los países de Occidente, a convertirse en uno de los cultivos más comunes en muchos países. Es por eso que para muchos, hablar de beneficios soja no tiene nada que ver con hablar de la salud física del cuerpo, sino de la económica de ciertos bolsillos.

Las verdades sobre los beneficios de la soja

Que la soja es un complemento proteínico es cierto. Se trata de una legumbre y es característica común a ellas el contenido en proteínas, si bien suele ser bajo (del orden del 20%).

La soja es un alimento adulto, ya que cuenta con miles de años de historia. Aunque en su datación hay diferencias de siglos –algunos la sitúan en el siglo XV a.C. y otros en el siglo XII a.C.– lo cierto es que se trata de un alimento milenario.

Otro de los beneficios soja es que colabora en la reducción de la proteína LDL o “colesterol malo”, por lo que también colabora en la disminución del riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.

Pero cuando se habla de beneficios soja, debe tenerse presente que uno de los principales sectores beneficiados por el consumo de soja no son los clientes últimos de este producto, sino quienes comercian con él, ya que sus efectivas campañas de marketing han llevado a la soja a estar presente en muchos sitios.

Los mitos sobre los beneficios de la soja

Las campañas de marketing tras la soja han llevado el producto a todos los hogares, puesto que la lista de beneficios la avalan. Maar, muchos de los beneficios soja son solo un mito.

Se ha insistido en que la soja es sustitutivo proteínico de alimentos como la carne o el pescado, sin embargo, las legumbres no tienen los aminoácidos con sulfuro necesarios para equipararse a las carnes o el pescado.