- 500 g de filetes gruesos de pechuga de pollo
- 1 clara de huevo, poco batida
- 2 cucharaditas de harina de maiz
- 1/2 cucharadita de sal
- 1/4 cucharadita de jengibre rallado fino
- 3 cucharadas de aceite
- 2 cucharaditas de harina de maíz
- 2 cucharadas de agua
- 6 cucharaditas de azúcar refinada
- 2 cucharadas de zumo de limón
- 3/4 de taza de caldo de polio
- 2 cucharaditas de salsa de soja
- 1 cucharadita de jerez seco
- Lave el pollo en agua fria y sequelo con papel absorbente. Corte en diagonal las pechugas en tiras de 1 cm de ancho. Mezcle en un cuenco la clara de huevo, la harina de maíz, la sal y el jengibre; meta el pollo y remuévalo. Déjelo marinando en el frigorífico 30 minutos.
- Caliente el aceite en un wok o sartén de fondo grueso y remuévalo para engrasar la base y los lados. Saque el pollo de la marinada y escúrralo; echelo en el wok y salteelo a fuego moderado sin que se tueste. Ponga el pollo en una fuente; mantengalo caliente mientras prepara la salsa. Retire con cuidado el resto del aceite del wok.
- Deslie la harina con agua sin que queden grumos; póngala en el wok con el resto de los ingredientes. Remueva a fuego fuerte y deje que cueza durante 1 minuto; agregue el pollo y remuevalo para que se empape bien. Paselo a una fuente y sirvalo con arroz cocido al vapor o con fideos y verduras rehogadas.
- Prepare este plato inmediatamente antes de servirlo.
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