Cómo hacer praliné de almendras
Junto con el fondant y la pasta de almendras, el praliné es otra de las pastas más utilizadas en repostería, no como recubrimiento decorativo en sí mismo, sino que se emplea para rellenos y coberturas, sobretodo en bombones de chocolate y otros postres.
Es una técnica culinaria de origen francés, que también encontramos no solo en la repostería y confitería de Francia, sino también de Bélgica (de ahí que también se la conozca con los nombres plalin o pralinoise).
La receta tradicional o básica se elabora con una mezcla de almendra –o avellana-, la cual es confitada en azúcar caramelizado. Esta mezcla se deja enfriar y se endurece.
¿Y qué es el pralinoise?
El pralinoise se obtiene cuando se añade cacao al praliné, aunque también puede ser una mezcla de praliné con chocolate, o ganache.
¿Praliné y praline son lo mismo?
Es habitual que el praliné tienda a ser confundido con el praline (sin acento). Pero no son lo mismo: el praline es un dulce de origen francés, consistente en una almendra recubierta de azúcar caramelizado, que recuerda mucho a la almendra garrapiñada.
Aunque puedes comprarla en tiendas de repostería, ¿qué mejor que hacer praliné en casa con ingredientes cien por cien naturales? Te explicamos cómo.


- 450 g. de almendras
- 450 g. de azúcar
- 90 g. de glucosa
- En una bandeja para el horno tuesta las almendras a 200ºC de temperatura.
- Mientras, en un cazo derrite el azúcar sin añadir agua, hasta que consigas caramelo.
- Mezcla las almendras con el caramelo.
- Unta una placa con aceite, y pon la mezcla sobre ella.
- Deja enfriar.
- Una vez esté algo más frío, tritura y forma una pasta añadiendo aceite.
- Puedes conservar el praliné en una lata bien cerrada.
- Calorías: 358
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